El entrenamiento con pesas es un tema controvertido entre muchas mujeres debido al miedo a sufrir un aumento notable de masa muscular. En concreto, el entrenamiento de la zona pectoral es uno de los temas tabú y sobre los que hay más desinformación.
La importancia del pecho en nuestra sociedad resulta evidente pues cada vez se realizan más cirugías estéticas, y en general es uno de los puntos que a la mayoría de mujeres les gustaría realzar o mejorar.
Reflejo de la composición corporal
La forma, volumen, etc. que representan los pechos en cada mujer es muy dispar. Sin embargo, siempre va a variar de forma paralela al porcentaje de grasa que se tenga. Esto es debido a que buena parte del tejido mamario es tejido adiposo (además, hay tejidos glandular y fibroso).
Por ello, al disminuir de peso, la pérdida de grasa va a ir acompañada de cierta pérdida en el volumen mamario, si bien también hay grasa en las zonas adyacentes por lo que las proporciones se verán mantenidas. Al ganar grasa, las proporciones tampoco van a cambiar significativamente.
¿Cómo afecta la musculación?
El temor de muchas mujeres por ganar masa muscular en la zona no está justificado, en primer lugar porque la hipertrofia muscular es un proceso lento y costoso, y más en mujeres ya que la testosterona es baja.
Entrenar los músculos pectorales puede ayudar a un mejor resultado estético, ya que contribuye a realzar los pechos así como a aportar una ligera sensación de volumen en la zona media. Los efectos no son milagrosos: se trata de una pequeña ayuda, lo que hay que tener claro es que no va a perjudicar.
Donde el efecto puede ser algo más notable es a nivel de la curva externa, que en la mayoría de mujeres es inexistente: el aumento de volumen en esa zona (entre el pecho y la axila) mejorará la apariencia de dicha curva
Por tanto, manteniendo los porcentajes de grasa corporal, el entrenamiento específico de pecho será ligeramente beneficioso.
La clave: Importancia de la espalda y hombros
El punto más importante a considerar es el que suele olvidarse al tratar este tema: la postura. Los hábitos posturales tienen mucho que ver en la apariencia estética del pecho, siendo un factor que podemos modificar a nuestro favor.
El trabajo postural de espalda y hombros es fundamental para evitar el encorvamiento del tronco así como los hombros caídos.
Por eso es recomendable:
- Mantener con la postura el eje de la espalda. Especialmente importante entre quienes trabajan sentados. Son recomendables ejercicios de estiramiento.
- Introducir ejercicios específicos para el desarrollo y activación muscular de la espalda (dorsal, cuadrado lumbar, erector de la columna lumbar), hombros y trapecios. La elección de ejercicios depende de la rutina que realicemos, aunque destacaría la utilidad del remo con barra, los encogimientos de hombros y los ejercicios de lumbares. Estos últimos son muy útiles y podemos realizarlos 2-3 veces por semana, por el tipo de fibras que los componen.
- Otra opción muy recomendable es la realización de Pilates en un centro especializado, ya que tiene muy buenos resultados en cuanto a la mejoría de la postura.
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