parece interesante esto del sexo tántrico. Y aunque tenía nociones claras de lo que esta disciplina representa… No ha sido hasta que me he puesto a investigar a fondo el tema, las distintas contradicciones que ha causado en mi forma de ver la sexualidad.
El sexo tántrico me parece una forma muy interesante de disfrutar y entender lo que el sexo representa, lo que puede aportarnos y de lo beneficioso que puede llegar a ser tanto física como psíquicamente.
Pero… Y para mí si hay un pero, existen otros factores de esta disciplina que a mi parecer, son demasiado exigentes y quizá demasiado prolongados.
Mi intención, no es la de criticar esta técnica sexual milenaria, no. De hecho, tiene muchos seguidores y practicantes en el mundo. Más bien, explicar cuál es mi opinión al respecto y las cosas que yo modificaría para disfrutarla más, desde una visión más realista y al alcance de todos.
SEXO TÁNTRICO
El sexo tántrico se enmarca en el contexto del Tantra, proveniente de la antigua India y el Tíbet.
Esta disciplina sexual se practica desde hace cinco mil años y se creó para rebelarse contra la religión, que decía que la sexualidad debía ser rechazada para alcanzar la iluminación espiritual. Esta disciplina desafió las creencias inculcadas y mostró la sexualidad como una puerta a lo divino, en la que se enseñó a prolongar el acto sexual y a recanalizar la energía orgásmica.
Según estas creencias, todos los seres que habitan la tierra están hechos de energía, y esta energía es posible canalizarla a través de la meditación, el ayuno y el sexo, para alcanzar la iluminación.
Según las tres religiones monoteístas más importantes, (el judaísmo, el cristianismo y el Islam) consideran a la mujer como el origen del pecado, la tentación y la condena. En cambio, en el sexo tántrico la integridad y la moral de la mujer nunca es cuestionada, ya que creen que la mujer es poderosa y vía de transmisión de las enseñanzas místicas más elevadas.
En el sexo tántrico, se busca la conexión de los cuerpos y la compenetración absoluta de las mentes. Los sentidos y la respiración adquieren absoluta importancia y son esenciales para llevarlo a cabo.
Seguramente muchos de nosotros relacionamos sexo tántrico con relaciones sexuales que duran largo tiempo, incluso horas. Esto es cierto, pero solo las parejas más experimentadas consiguen entrar en tal éxtasis.
El sexo tántrico cree en la energía de los cuerpos, busca reinventarse y no relacionar el coito sólo con el fin de este, el orgasmo. Sino en la unión y conexión de la pareja.
Los más experimentados en esta técnica dicen; que para que las energías fluyan de manera constante en nuestro interior, se deben tener relaciones sólo una vez al mes para ansiar el encuentro y no derrochar nuestra energía y deseo.
En la cultura occidental el orgasmo está considerado el objetivo del sexo. En el tantra, se busca aprender a retardar al máximo la eyaculación (en el caso de los hombres) para prolongar el placer, alcanzar el equilibrio y la elevación espiritual.
Para el sexo tántrico es fundamental no desperdiciar ni malgastar el semen, ya que este fluido es considerado fuente de energía y creatividad. Se cree que con eyaculaciones frecuentes el hombre perdería ambas capacidades. Y si decíamos antes que las relaciones sexuales, deberían tenerse una o muy pocas veces al mes, además consideran muy importante, que el hombre no eyacule en todos los encuentros.
Para evitar la eyaculación el sexo tántrico nos muestra diferentes teorías y una de ellas, es la capacidad que tiene el hombre de tener un orgasmo sin eyaculación. En esta disciplina, orgasmo masculino y eyaculación, son cosas distintas que pueden ir unidas o no, dependiendo de la concentración y el conocimiento del propio cuerpo.
Este ritual del placer tiene un objetivo primordial: Olvidarse del reloj.
El sexo tántrico es una práctica sexual que debe ser programada con anterioridad, estos rituales pueden durar horas, por lo tanto, siempre evitaremos interrupciones, situaciones o ambientes que nos pudieran desconcentrar o lugares que no sean cómodos para el sexo. La idea es conseguir un éxtasis sexual el mayor tiempo que podamos.
Todo debe ser calmado y lento, apurar al máximo cada fase del ritual para que las energías fluyan constantemente.
-El ambiente debe ser agradable… la luz tenue, velas o inciensos que inunden el ambiente, música relajada si se quiere.
-Se empieza con la vista, la comunicación visual no debe de perderse en todo el encuentro.
-La respiración es otra de las bases, esta debe ser pausada y en sintonía con la de tu pareja, es muy importante para la relajación.
-Le siguen las caricias, estas deben recorrer cada rincón del cuerpo, demorarse en todas las zonas erógenas y dar paso a los masajes más intensos.
-Los besos deben ser infinitos, suaves al principio y a medida que pasa el tiempo más intensos y húmedos. Se deben besar todas las zonas del cuerpo, aunque la boca será el lugar elegido para descargar y aceptar las energías de la pareja.
-La penetración no es ni tan siquiera necesaria en el sexo tántrico, es una opción más de la pareja. El tantra en realidad, no dice que la penetración deba obviarse, es más, una vez que la pareja alcanza altos niveles de excitación, no existen reglas fijas y se pueden practicar infinidad de posturas. Aunque se aconseja, que los primeros minutos, la penetración sea estática. El pene debe permanecer inmóvil dentro de la vagina, mientras las miradas, los besos y las caricias continúan por varios minutos. La postura más recomendada e inicial, es aquella en la que la mujer está sentada encima del hombre.
Simplemente, se tratará de eludir el orgasmo la mayor cantidad de veces posibles, para que la experiencia resulte más potente y satisfactoria.
-En el momento del orgasmo, este deberá guiarse hacia visiones de éxtasis e iluminación espiritual y cósmica.
– Al finalizar el ritual, es importante realizar una meditación en pareja para canalizar la energía sobrante, ya que cuando se practica sexo tántrico y se movilizan volúmenes tan importantes de energía, si no se los encauza de manera adecuada pueden tomar malos caminos.
Pues bien, teniendo en cuenta que cada uno de estos rituales (Miradas, respiración, caricias, masajes, besos, coito…) deben durar como mínimo quince minutos, esto conlleva que la experiencia no suele durar menos de dos o tres horas.
Esta sería una breve introducción al sexo tántrico, las nociones básicas para saber de qué trata.
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