Por si acaso y por no dejar nada en el aire, el 69 es la única postura popularmente conocida que no involucra penetración, se basa en el sexo oral practicado de forma simultánea por ambos amantes. Tampoco implica que la pareja sea heterosexual. ¡Es una práctica universal!
Universal y por definición placentera, pero no es tan sencilla como parece.
El problema que encontramos con el 69 es esa simultaneidad que la caracteriza. Podemos ser los mejores practicando el sexo oral a nuestra pareja y desde luego nos puede encantar como nuestro amante nos da placer con su boca, pero intentar hacer ambas cosas a la vez de una forma efectiva puede ser complicado.
Si nos concentramos en recibir placer probablemente nos olvidemos de lo que estamos haciendo y si ponemos toda nuestra atención en las reacciones de nuestra pareja podemos perdernos sensaciones y disfrutar menos.
Sentirnos seguros de lo que estamos haciendo, de que la técnica que utilizamos funciona, en resumen conocer las reacciones de nuestra pareja puede ayudar a que no tengamos que estar tan pendientes y podamos disfrutar un poco más. Encontrar una postura cómoda que no nos haga estar pendientes además de no perder el equilibro o hacernos daño también es importante. Pero debemos asumir que la simultaneidad tiene la estupenda ventaja de ambos recibiendo placer intensamente a la vez con el inconveniente de no permitir una total concentración en ambas tareas.
Algo que también suele ocurrir es que el hecho de dar placer a la vez que lo recibes aporte un extra de excitación que para algunas personas, como los hombres con falta de control de eyaculación puede ser un problema. Hay que tomárselo como una práctica divertida y tremendamente placentera y no exigirnos una técnica perfecta. ¡Disfruta sin miedo!
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